Hola a tod@s!
Mirando atrás, me da la sensación de que el mes pasado fue bastante laaaaargo, supongo que por lo lento que se me pasó y por el gran número de adquisiciones que llegaron a casa... Noviembre fue un mes intenso, en el que me volví un poco loca y me hice con bastantes títulos, pero prometo contenerme a partir de ahora y reducir drásticamente mis compras, que tengo muchísimos libros por leer y ya casi no me quedan huecos en las estanterías para colocarlos. Pero dejemos atrás las lamentaciones (que me quiten lo bailado...); ¿les apetece conocer a los inquilinos más recientes de mi biblioteca personal? ¡Pasen y vean!
Ya desde el día 1, noviembre prometía: ese día decidí irme de librerías, que hacía bastante tiempo que no caía una jornada de esas. Normalmente voy a cotillear a estos establecimientos y si salgo con alguna compra es por puro arrebato momentáneo, nada meditado... Pero comencé el mes dispuesta a matar: quería comprar libros, así que iba a tiro hecho. Decidí centrarme en el campo de la novela gráfica, uno de mis géneros favoritos y al que tengo bastante olvidado, y por eso me hice con dos recomendaciones fervientes que llevaban en mi lista de deseos bastante tiempo: en primer lugar cayó El libro de los insectos humanos, el relato de una manipuladora perturbada con cara angelical que ya he leído y que me asombró por la manera rompedora de tratar ciertos temas escabrosos. También adquirí la primera entrega de Blacksad, Un lugar entre las sombras, un cómic del que me han hablado maravillas, no sólo por su bien desarrollada ambientación y trama de novela negra, sino también por su impecable dibujo... Quiero ir haciéndome poco a poco con todos los volúmenes que se han editado (creo que son cinco de momento) para leer la historia del tirón.
Me llevé una enorme y gratísima sorpresa cuando descubrí la nueva edición que Anagrama hizo de algunas de sus obras más populares: no pude dejar escapar la ocasión de comprarme Sostiene Pereira, un libro que leí a lo largo de este 2013 y que ascendió al Olimpo de mis obras favoritas. En su momento, saqué este libro de la biblioteca, y tuve la suerte de disfrutar de una versión muy cuidada del Círculo de Lectores, que me hizo perseguir ese ejemplar durante meses por toda la red. Sin embargo, siempre llegaba tarde o el libro a la venta estaba en mal estado, así que me resigné a no hacerme con esta novela hasta que encontrara alguna edición que me gustara (las clásicas de Anagrama no son precisamente mi debilidad...). Cuando vi este bonito ejemplar no pude evitar rendirme a sus encantos: por fin puedo decir que soy la orgullosa propietaria de un libro magnífico que no dudo en recomendar encarecidamente. Aprovechando el Día de las Librerías y la Noche en Blanco, que en mi ciudad coincidieron en el espacio - tiempo, me hice con una novela enquistada en mi lista desde tiempos inmemoriales: La edad de la inocencia, de Edith Wharton: espero que este libro me guste tanto como imagino, porque me ha sido esquivo durante muchos años y mis expectativas, lo reconozco, están considerablemente hinchadas...
Uno de los extraños encantos de Bookdepository es no saber exactamente cuándo te va a llegar lo que has pedido a casa, por lo que siempre existe el factor sorpresa de encontrarte en el buzón un libro que casi habías olvidado que compraste, esperándote con los brazos abiertos. Al poco de ganar Alice Munro el premio Nobel, decidí leer algo suyo y pedí en esta página web La vida de las mujeres; lo busqué antes por mi ciudad pero, o no lo tenían, o pretendían encasquetarme un libro desteñido por el sol y con páginas literalmente rotas. El tiempo fue pasando y ya ni me acordaba de esta compra... Hasta que llegó a mi puerta un mes después. Casualmente, a los pocos días me llegó El año de la muerte de Ricardo Reis, libro que comparte con el de Munro la imposibilidad de conseguirlo en una librería física sin que me den largas o intenten agenciarme un ejemplar totalmente defectuoso; por ello decidí que noviembre sería el mes en que me haría con esta apetecible obra de Saramago, del que todos los años intento leer algo. Al contrario que el caso anterior, esta novela apareció en mi casa a los pocos días; ¡y yo que esperaba que viniera, como el turrón, a casa por Navidad...!
Noviembre fue el mes en el que Tizire pasó a su versión 3.0, con el consiguiente trauma por el cambio de decena... Uno de los actos poéticos que me dio por realizar fue comprar, el día anterior a mi cumpleaños y poco antes del cierre de las librerías, uno de los libros que más me influyó durante la veintena, una novela que siempre quise tener pero que hasta ahora había quedado relegada en pos de otros títulos: Faycán, de Víctor Doreste. Al 90% de los que me leen, este libro les sonará a chino mandarín, ya que es un clásico canario de los años cuarenta que no ha trascendido demasiado fuera de las fronteras isleñas... Sin embargo, es un relato precioso que me tiene enamorada, quizás porque la "literatura perruna" es una de mis debilidades, porque las novelas que se centran en el tema de la amistad me resultan especialmente sugestivas o porque lo leí en una época concreta en la que me dejó especialmente tocada... Sea como sea, me alegra sinceramente que este libro forme parte de mi colección: mi sonrisa embobada cuando saqué el ejemplar de la bolsa y me di cuenta de que por fin era mío dio testimonio de ello. Mi hermana se enrolló bastante rompiendo uno de sus tabúes personales: el de regalar libros (sorprendentemente es de las que piensa que un libro no puede ser considerado un buen regalo...), y gracias a ella conseguí El rincón de Bea, el recetario de una de mis blogueras reposteras favoritas, que me hacía especial ilusión tener: tengo muchas ganas de ponerme con las manos en la masa y preparar alguna de sus apetecibles tartas o galletas; si me quedan bien, ¡prometo foto!
Tuve la suerte de conseguir estos libros gracias a sendos sorteos: en primer lugar llegó a través del blog Soy cazadora de sombras y libros, La vida de los objetos, una novela de la que sólo he leído buenas opiniones: esto, unido a que me da la impresión de que la editorial Alevosía siempre publica libros diferentes e interesantes hace que tenga muchas ganas de ponerme con él. De parte de Francisco llegó Falsos dioses, una novela que ha tenido cierta relevancia en la blogosfera y que promete no dejar indiferente, cosa que me tiene intrigada.
A finales de mes tuve uno de esos días espléndidos en los que sólo recibes sorpresas de las buenas y a ello contribuyó la recepción de El primer viaje de Sócrates, que me envió la editorial Nube de Tinta por sorpresa. Ya saben que me gustan mucho los libros de este sello editorial porque son lecturas sencillas, bonitas y buenrrolleras, así que me quedé más feliz que una perdiz al ver el paquete ineperado que el mensajero me dejó en el bar de al lado por yo no estar en casa... ¡Qué subidón! Es un libro que leí a principios de diciembre, que me gustó mucho y que me parece una lectura ideal para dejarse llevar cuando uno tiene muchas cosas en la cabeza... Al ladito del libro les presento el chulísimo marcapáginas que Marina, deCargada con libros, me hizo llegar con toda la amabilidad del mundo... Me gusta muchísimo y ya lo tengo a buen resguardo, junto a otros puntos de libro que varios amigos blogueros me han ido haciendo llegar en estos casi dos años y que guardo con mucho cariño.
Y, hablando de marcapáginas... Aunque pensaba que no era una gran coleccionista de ellos (dato desmentido ayer mismo, cuando los estuve colocando en una nueva ubicación para reunirlos y tenerlos a mano), desde que empecé a ver que no me iba a aburrir del blog a los dos días, que me gustaba bastante estar por aquí, que comencé a acordarme de muchos de mis blogueros favoritos en situaciones ajenas a internet y que, en definitiva, esto se iba convirtiendo cada vez más en un hogar alternativo, siempre quise hacer mis propios marcapáginas para compartirlos con todos mis amigos lectores, a modo de pipa de la paz. Lamentablemente mis circunstancias personales y mi nula capacidad artística me impedían hacer realidad este sueño hasta hace poco, cuando pasó por mi vida el tren de las oportunidades y conseguí asiento en el vagón de carga. Sea como fuere, lo cierto es que aquí les presento mi primera hornada de puntos de libro (tamaño mini, eso sí), de la que me siento bastante orgullosa. El diseño me lo ha realizado Pendientera una chica con muchísimo talento que ha creado para el blog a una sonriente y sorprendida muchacha disfrazada de erizo, que disfruta de la lectura como si no hubiera mañana: no era muy fácil integrar los conceptos "erizo" y "amor por los libros" en una imagen, pero Pendientera lo ha hecho con bastante salero. Así que, ya saben, si quieren adoptar a uno de estos pequeñines, háganmelo saber a través de un mensaje privado con sus datos postales, para que me de tiempo de hablar con Papá Noel o los Reyes Magos y ellos se los puedan hacer llegar... ¡Corran, que cuando se acaben no habrá más erizos lectores de papel por una buena temporada! ;)
Esto es todo, amig@s! ¿Les han gustado mis nuevos libros? ¿Han leído alguno de ellos? ¿Soy muy pesada con estas entradas y quieren que corte el rollo antes o que las deje de publicar directamente?¡Ustedes dirán! Abrazos! ;)