Hola a tod@s!
Una de mis asignaturas pendientes con el blog era la de realizar una entrada recopilatoria de lo que había ocurrido el mes anterior, una especie de repaso que sirviera para resumir y celebrar los más o menos treinta días previos de lecturas y para hacer balance de las mismas. Me gusta mucho leer este tipo de crónicas en aquellas bitácoras que visito y si no me había apuntado la idea hasta ahora era porque la pereza es un archienemigo difícil de derrotar... Pero he decidido empezar el curso dándole una patada a la procrastinación, así que ¡aquí va mi recapitulación!
Lo Reseñado:
Recordando los libros que he mostrado este mes en esta estantería virtual, me doy cuenta de que todos estos títulos tienen un denominador común: cada uno, a su manera, habla de una búsqueda interior. Comencé el mes recomendando Las vírgenes suicidas, una buena novela en la que un grupo de amigos decidían rememorar su juventud investigando sobre un hecho impactante: el trágico suicidio de las hermanas Lisbon; estas pesquisas no eran sino una manera de encontrar respuestas a un trágico incidente que les hizo perder la inocencia y que marcó sus vidas de forma absoluta. Después llegó la reseña de Me quiero ir, una novela que no disimulaba esa intención de hallar soluciones a una vida insatisfactoria a través de un viaje iniciático entre reflexiones filosóficas y tablas de surf, que transformaría definitivamente a los personajes protagonistas: aunque no era la historia que yo esperaba, le reconozco un gran potencial. Tras esto, nos asomamos a Suite 235 para asistir a la búsqueda interior de Candela, una carismática protagonista que cambiará para siempre tras unos días de relax en un lujoso balneario: la sólida configuración del personaje principal y la contundencia de la prosa hacen de este libro una obra muy a tener en cuenta. Pasamos entonces a Novela de ajedrez: tardé bastante en decidirme a publicar esta reseña porque no sabía cómo expresar lo que me había hecho sentir, pero finalmente le llegó su momento. El doctor B. me enseñó cómo encontró un modo de aferrarse a la humanidad y la cordura en medio del caos a través de una partida de ajedrez, dejándome de propina una lectura deliciosa. Para finalizar septiembre con un poco de humor tuvimos como epílogo Caída y auge de Reginald Perrin, la historia de un cuarentón tontorrón que para buscarse a sí mismo idea un astuto plan con hilarantes consecuencias.
Lo leído:
Con respecto a agosto, que fue un mes bastante generoso en cuanto a lecturas dado el exceso de tiempo libre, septiembre sufrió un brusco retroceso en este aspecto, aunque personalmente estoy bastante satisfecha de lo que ha caído en mi saco lector. Comencé el mes leyendo el último libro reseñado, Caída y auge de Reginald Perrin, y lo continué con una deuda pendiente que me quedó del mes anterior, El juego de Ender: Meg me lanzó este guante en verano, pero se atravesaron otras novelas en el camino y no fue hasta septiembre cuando pude disfrutarlo. Tras esta historia me apetecía un cambio total de registro, objetivo que cumplió perfectamente Nunca olvides que te quiero, una sorprendente historia que, a pesar de lo que pueda indicar su título, no tiene nada de meloso romanticismo ni de color pastel, pero sí mucho de originalidad. Para finalizar, pude conseguir el libro más censurado en las bibliotecas estadounidenses que, sorprendentemente, es un cuento infantil con una pareja de pingüinos homosexuales como protagonistas, titulado Tres con Tango y también, aunque aún estoy en ello, comencé a leer Y las montañas hablaron, la última novela de Khaled Hosseini, que me está gustando mucho.
Lo anotado:
Pasarme por los blogs cada día es una tortura para mi lista de pendientes, aunque reconozco que me pierde cierta emoción por conocer nuevos títulos que, de otro modo se me habrían pasado por alto. He decidido destacar tres libros que me han llamado poderosamente la atención y que tarde o temprano caerán en mis redes: Xavier Beltrán recomendó efusivamente a mediados de mes La hilandera de Flandes, y a mí que me encanta el género histórico no me hacen falta muchos más argumentos para tener este libro en cuenta. De parte de Ana Blasfuemia me he quedado con El último mundo burgués, un libro que desconocía por completo pero cuya reseña me dejó muy buenas vibraciones. Por último, Yossi Barzilai nos trajo una vez más una obra de Clarice Lispector, escritora que, por lo que nos cuenta, es sencillamente imprescindible. Esta vez hizo una cautivadora reseña de La pasión según G. H., libro con el que puede que me inicie con la autora, eso sí, cuando tenga el ánimo apropiado para una experiencia profundamente existencialista.
La frase lectora del mes:
Para acabar ya con esta entrada eterna les dejo la imagen que encabezará el blog a lo largo de este otoñal octubre y que viene diciendo algo así como "Desearía tener más tiempo para leer libros": cobran sentido estas palabras precisamente ahora que, por razones totalmente positivas, tendré que hacer malabares para mantener mi ritmo lector... Pero bueno, sarna con gusto no pica y, aunque el ritmo decaiga, ¡que no pare la fiesta!
Pues esto es todo, amig@s: les deseo un muy feliz mes de octubre y buenas lecturas, ¡abrazos! ;)